Las ballenas valen más vivas que muertas, explicó igualmente Rodrigo García Pingaro, director de la Organización para la Conservacion
Agadir, Marruecos, 24 de junio – 75 operadores turísticos de avistaje de ballenas de América Latina y el Caribe, entre ellos 13 dominicanos, presentaron una petición ante la 62 reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para que se mantenga la prohibición a la caza comercial de estos animales.
La declaración destaca que en los últimos 15 años el turismo de observación de ballenas en Latinoamérica ha tenido un crecimiento constante, llegando a la cifra de 1.4 millones de observadores y generando en total más de 278 millones de dólares.
“El avistaje de ballenas conducido de manera responsable es una alternativa que demuestra que no es necesario infligir crueldad a estos bellos animales para generar beneficios. La voz de quienes se benefician del turismo de ballenas nunca se ha escuchado en la CBI y éste es un esfuerzo por hacer notar que los tour operadores deben ser parte de los procesos de discusión en la CBI”, afirmó Marcela Vargas, de la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA), una de las organizaciones que promovió el documento.
Liliana Betancourt, investigadora científica de Centro para la Conservación de Ecodesarrollo de la Bahía de Samana y su entorno (CEBSE), dijo que en la República Dominicana tiene lugar el mayor turismo de observación de ballenas de la región del Caribe: “En la Bahía de Samaná operan 43 embarcaciones y unos 10 operadores de turismo que ofrecen viajes a más de 25,000 turistas por año que llegan de diferentes partes del mundo durante la temporada. El impacto de la actividad de observación de ballenas es esencial en el país y ofrece importantes beneficios socioeconómicos para las comunidades costeras”.
Las ballenas valen más vivas que muertas, explicó igualmente Rodrigo García Pingaro, director de la Organización para la Conservación de Cetáceso (OCC) de Uruguay y Fellow de Ashoka. “No sólo por su valor ecológico y ambiental, actualmente se recaudan dos mil millones de dólares anuales en el mundo por el avistaje de ballenas; también por los beneficios educativos que generan conciencia sobre la conservación marina integral, por su valor patrimonial e histórico”.
La declaración fue promovida desde las organizaciones de la sociedad civil y defiende la conservación de las ballenas como recursos que han revitalizado a las comunidades de los países de Latinoamérica. El resto de las empresas firmantes de la declaración operan en Venezuela, Argentina, Nicaragua, Urugay, Brasil, Costa Rica y Ecuador.
La Sociedad Mundial para la Protección Animal (World Society for the Protection of Animals-WSPA) es la red más grande del mundo que agrupa a 1,000 sociedades miembro en 153 países y una gran comunidad de individuos alrededor del mundo que trabajan por el bienestar de los animales. A través de su estatus de consultor en Naciones Unidas (UN) y el Consejo Europeo, la WSPA pretende construir un movimiento global con respecto al tema del bienestar animal para llevar a la práctica nuestra visión: “Propiciar un mundo donde el bienestar animal sea de trascendencia y la crueldad hacia los animales acabe”.
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