23 de Agosto, 2010 – Aunque consiguieron devolver 13 a alta mar durante el fin de semana, cuatro volvieron a quedar varadas y murieron.
El viernes pasado, 73 cetáceos del género Globicephala, más conocidos como ballenas piloto, se quedaron varados en Karikari Beach, en la costa norte de Nueva Zelandia.
Al haber quedado varadas durante la noche, unas 60 murieron antes de ser asistidas, por lo que las autoridades luego encontraron sólo a 15 de los cetáceos con vida y consiguieron devolver 13 a alta mar durante el fin de semana.
Hoy, se informó que nueve ballenas piloto han sido rescatadas gracias al trabajo de más de 70 voluntarios que mantuvieron a los mamíferos a flote y respirando, pese a que pesan una tonelada y media.
Hace dos años, más de cien ballenas piloto fueron atrapadas en la misma playa de Nueva Zelandia, que como la vecina Australia ve cada año cómo cientos mamíferos marinos pierden la vida en sus costas.
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de cetáceos acaban sus días en las playas, y barajan la posibilidad de que acuden atraídas por los sonares de grandes buques o que sigan a un cabeza de grupo desorientado por enfermedad.
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